¡Bruschettas con un toque indio!
La semana pasada hicimos un plato en mi canal YouTube: (link) con Paneer, un queso casero indio que no es nada más que un queso fresco hecho en casa. Realmente es algo que aprendí muy tarde en mi vida y ahora, ¡me gusta prepararlo cada semana si el tiempo me lo permite!
Lo bueno de este queso fresco es que lo puedes hacer el día anterior y guardarlo en la nevera (siempre con un poco de líquido y antes de comerlo, escurrir bien). Es perfecto para tomarlo hasta dos días después sin necesidad de congelar.
El otro día hice el paneer y de repente me llamaron unas amigas de mi ciudad, Bangalore, que están estos días en la ciudad y en lugar de quedar en un restaurante, ¡obviamente las invité a casa! Me encanta tener gente en casa, pasar un buen rato relajado, aunque reconozco que hay miles de sitios estupendos en Barcelona, pero como en casa… ¡muchas veces nada mejor!
Bueno, ¿de dónde viene toda esa historia? Quería incorporar el paneer en un plato pero no caliente. Un aperitivo ligero y divertido como estas bruschettas. Con un buen pan (chapata en este caso), unos tomates jugosos y el pesto de kale que hicimos el lunes, ¡el paneer será un elemento perfecto para la combinación! Suena bastante raro pero, ¡hemos creado un poco de magia!
Brushcettas de paneer especiado, con pesto de kale y tomates borrachos
Para el paneer seguir estos pasos:
Necesitarás una muselina (como un paño de cocina pero más fino) para que el agua se cuele fácilmente a través de él. Es imprescindible utilizar leche entera ya que el paneer debe ser cremoso.
Ingredientes para 250 gr de paneer:
2 litros de leche entera
3 cucharadas de zumo de limón fresco
Preparación:
Coloca una muselina sobre un tamiz grande y éste sobre un cuenco también de gran tamaño.
En una olla con base gruesa, lleva la leche a hervir a fuego medio. No pierdas la paciencia; confía en mí, mantenlo a fuego medio. Prepárate una taza de té y espera porque esto llevará alrededor de media hora. Una vez la leche comience a hervir y suba, baja el fuego y revuelve lentamente. Añade 2 cucharadas de zumo de limón y sigue removiendo lentamente. Ahora puedes subir el fuego un poco.
La leche debería comenzar a cuajar. Si no es así, añade la última cucharada del zumo y seguro que empieza a coagularse. Remuévelo durante otros 30 segundos y apaga el fuego.
Viértelo cuidadosamente por la tela en el tamiz. Cuélalo bien y luego riega los sólidos de la leche con un chorro de agua fría durante un par de segundos para quitar el exceso de leche. Recoge el paño y exprime tanto líquido como puedas.
Ahora colócalo sobre un plato grande y plano y pon algo pesado encima para que se aplane y salga todo el líquido posible.
Déjalo reposar durante al menos una hora. Luego desenvuelve el paneer y córtalo en cuadrados (o como quieras). ¡Ya está listo para usar en cualquier curry, salteado o ensalada que te guste!
Para el pesto de kale, mirar la entrada anterior y para el tomate:
200 gramos de tomates cherry
1 cucharada de aceite de oliva
2 cucharadas de vinagre de vino blanco
1 cucharadita de vinagre balsámico blanco
Cilantro fresco, una cucharada picada
Menta fresca, las hojas, unas 10-12
sal de roca, al gusto
pimienta al gusto
cayena, al gusto
Añadir todos los ingredientes en un recipiente profundo y mezclar bien. ¡Ahora es cuando tienes que meter tus manos dentro y ensuciarlas un poco! ¡Aquí no hay cuchillos! Toma los tomates y machacalos entre tus dedos, luego mezcla todo muy bien hasta que salga el jugo de los tomates y ¡consigas una mezcla que huela de maravilla!! Es fantástico…
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