Ingredientes:
- 1 cucharadita de aceite vegetal
- 1 cucharadita colmada de semillas de kalonji
- 1 cucharadita de semillas de mostaza
- 1 cucharadita de semillas de comino
- 200 ml de vinagre
- 200g de jaggery o azúcar moreno
- 2 calabacines grandes cortados en trozos
- 20 g de jengibre en rodajas (a mí me gusta añadir bastante jengibre)
- 1 cebolla grande, cortada en rodajas
- 1 cucharadita de sal, o al gusto
- 1 cucharadita de chile en polvo, opcional
Preparación:
Calentar el aceite en una sartén pesada y añadir el comino, la mostaza y el kalonji hasta que chisporroteen y se vuelvan fragantes; esto sólo debería llevar un minuto.
Añada la cebolla, el jengibre, el vinagre, el jaggery (o azúcar) y el calabacín picado y llévelo a ebullición, luego déjelo cocer a fuego lento removiendo de vez en cuando hasta que adquiera una consistencia espesa (unos 45 minutos).
Sazonar con sal y chile en polvo y remover para que no se pegue.
Poner el chutney en un tarro de cristal esterilizado o de decapado y dejarlo enfriar.
Una vez que se haya enfriado, cierre el tarro y el chutney se conservará durante 4-6 semanas. Refrigerar una vez abierto.
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