Me recibió muy bien. Me sentí cómoda y pude compartir con ella todas mis preocupaciones y preguntas. Me sirvió un té muy relajante, por lo que toda la consulta fue como tener una conversación de confianza con alguien. Me sentí escuchada y atendida. También me parece que es amable e intuitiva en su pronóstico. Este último punto me parece destacable, ya que es capaz de tomar el pulso a su paciente con bastante rapidez, una vez que se inicia la conversación.