La vainilla es un ingrediente que utilizamos habitualmente, pero no le solemos dar gran importancia. Ya sea en forma de extracto en galletas, o de semillas en las natillas o el helado, la vainilla se usa en todo tipo de recetas. Con tantos usos y tantos tipos diferentes de vainilla – desde el “Bourbon” hasta la mexicana – la vainilla realmente es un ingrediente omnipresente.
Las vainas de la vainilla se cosechan cuando aun no están maduras, se sumergen en agua caliente y se dejan secar entre dos a seis meses. Como el azafrán, la producción de vainilla es muy laboriosa, por lo que es la segunda especia más cara, después del azafrán.
Beneficios
Estudios sugieren que la vainilla contiene fuertes propiedades antioxidantes y anti- bacterianas, e incluso puede combatir el cáncer. Tradicionalmente, se usa la vainilla en remedios caseros para curar quemaduras, cortes, y heridas. Pero es mejor no utilizar el extracto concentrado de vainilla o aceite esencial en quemaduras recientes.
Los jarabes para la tos suelen usar aroma de vainilla para enmascarar sabores amargos. Aunque no se ha probado el efecto del extracto de vainilla en la tos, sus leves propiedades anestésicas pueden aliviar síntomas de dolor de garganta o de cabeza.
Desde la antigüedad, la vainilla se ha considerado un afrodisíaco y estudios actuales de aromaterapia, indican que la vainilla puede aumentar aumentar los niveles de testosterona (y el deseo sexual) en los hombres. Las civilizaciones maya y azteca conocían las propiedades de la vainilla, y con vainas frescas molidas creaban elixires medicinales y bebidas reales.
El aroma de la vainilla en los alimentos se puede conseguir añadiendo extracto de vainilla o por la cocción de vainas de vainilla en la preparación líquida. Además de que la vainilla es un sabor muy apreciado, también se complementa con otras para mejorar el sabor de, por ejemplo, el chocolate, flan, caramelo, café, pasteles y otros.
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